sábado, 30 de abril de 2016

No es paso de uno, sino de todos. DISCURSO conciencia ambiental

CONCIENCIA AMBIENTAL

En primer lugar, gracias a los compañeros y compañeras, que están hoy aquí, que guapos y hermosas se ven y al estimado profesor Francisco.
El dia de hoy vengo ante uds para hablar de un tema fundamental que concierne a todos y cada uno de los habitantes de la ciudad y aun mas del cch Azcapotzalco estoy aquí para hablarles de la contaminación y con ello poder crear conciencia ecológica.

Permítanme comenzar mencionando la injusticia a la que le ha sometido algunos funcionarios del Gobierno y las grandes empresas
Cuántos de ustedes han oído hablar de los motores alternativos? Motores que funcionan con alcohol o agua. ¿O carburadores que aguantan cientos de kilómetros con un litro de gasolina? ¿O motores eléctricos o magnéticos que funcionan prácticamente toda la vida? Ustedes no saben suficiente de eso, porque si se utilizaran, se hundirían las compañías petrolíferas. Hace más de 50 años que el concepto de motor de combustión interna está obsoleto. Pero por culpa de los cárteles petrolíferos y de una corrupta normativa gubernamental, el mundo se ha visto obligado a utilizar gasolina desde hace casi un siglo. Las grandes empresas son las principales responsables de contaminar el agua que bebemos, el aire que respiramos y la comida que ingerimos. No les importa el mundo que están destruyendo. Únicamente les preocupa el dinero que obtienen. ¿Cuántos vertidos más podremos soportar? Millones y millones de litros de petróleo están destruyendo el océano y muchas de las formas de vida que lo habitan. Entre ellas el plancton, que aporta del 60 al 90 por ciento del oxígeno de la Tierra, mantiene el equilibrio del ecosistema marino, que es la base de la provisión de alimentos de nuestro planeta. Pero el plancton se está muriendo. Me dije, bueno, me iré a vivir a cualquier país remoto que esté en los confines de la Tierra. Pero al investigar un poco, me di cuenta de que esa gente esparce los residuos tóxicos por todo el mundo.
 Prácticamente controlan las normas. Bueno, de hecho controlan la Ley. La Ley dice que ninguna empresa puede ser multada con más de 25.000 dólares al día. Pero si una empresa gana 10.000.000 de dólares al día preñando el océano de residuos letales, no les importa en absoluto seguir haciéndolo.

 Influyen en los medios de comunicación para que éstos controlen nuestro pensamiento. Han convertido en un crimen el expresarnos y, cuando lo hacemos, nos llaman conspiradores  locos y se ríen de nosotros. Somos más agresivos porque nos están dañando química y genéticamente. Pero ni siquiera nos damos cuenta. Por desgracia, nuestros hijos lo heredarán. Cada día cuando vamos en camino a nuestros deberes por  la calle vemos ante nuestras propias narices cómo nuestros coches y el coche que nos precede vomitan gases nocivos que se van acumulando peligrosamente en nuestro cuerpo. Ese veneno nos está matando lentamente, aunque no veamos sus efectos. ¿Cuántos de nosotros lo habríamos creído, si nos hubieran dicho hace 20 años que llegaría el día en que apenas podríamos ver lo que está a 2 metros de nosotros?¿Que no podríamos respirar profundamente porque el aire sería una masa de gases venenosos? ¿Que ni siquiera podríamos beber agua del grifo, que tendríamos que comprarla embotellada? Nos han arrebatado los derechos naturales que el planeta nos concedió. Desgraciadamente, la realidad de nuestra vida es tan áspera que nadie quiere escuchar. 

Desde tiempos inmemoriales la raza humana se ha enfrentado a peligros constantes. El riesgo de la salud por la contaminación ambiental es un factor inevitable de la vida. La probabilidad de sufrir daño es una cuestión de tiempo y aunque las sociedades industrializadas hayan desarrollado capacidades para minimizar y evitar el riesgo, no es lo mismo en los países subdesarrollados. 

La esperanza de vida en el mundo industrial es un indicador de que se ha logrado reducir el riesgo de la salud humana y a vivir con mayor seguridad, que no deja de ser una quimera, porque la vida moderna nos enfrenta a diario a riesgos. Bien vale decir unos cuantos: la basura, la contaminación del aire por la industria, falta de higiene en los mercados, fábricas de baterías, el agua potable, alimentos contaminados, derrames de petróleo y de gasolina y otros de los cuales ni siquiera nos enteramos. 

De lamentable notoriedad son los basureros. Éstos son el foco de enfermedades tanto visibles como invisibles o latentes. Las primeras podemos verlas en una sala de emergencias donde los médicos luchan contra la muerte con éxito o sin éxito. En cambio, cuando se trata de enfermedades latentes, sin síntomas, que no requieren la sala de emergencias pero aparecen años después bajo la forma de trastornos genéticos o mutaciones que se manifiestan cuando nace una segunda o tercera generación, abortos espontáneos y malformaciones congénitas, son las más preocupantes, porque es muy poco, o casi nada, lo que se puede hacer para corregir el daño. La madre gestante que fuma no recibe la suficiente oxigenación para sí misma y mucho menos para el feto, el cual, sufrirá, casi inevitablemente, los efectos de la hipoxia, con la secuela de problemas neurológicos. La lista sería interminable. 

En el caso de la contaminación ambiental propiamente dicho, incluye tanto a los seres vivientes como a la naturaleza. Si hay un derrame de gasolina en el subsuelo, se contaminarán los mantos acuíferos de la misma forma que la basura acumulada en La Chureca continuamente contamina el agua del Lago de Managua y todos los mantos acuíferos a su alrededor. Sucede lo mismo en los basureros de todos los pueblos y ciudades. 

El riesgo, por su parte, puede ser cuantificado y, con los resultados, la salud de la población puede ser mejorada con medidas preventivas. La evaluación del riesgo no es un método agresivo y no implica equipo sofisticado. Se trata de la estimación cualitativa y cuantitativa de la magnitud de la contaminación, la duración, la ruta de exposición y la aplicación del método científico basándonos en la inducción a partir de los resultados obtenidos. Esto es suficiente para determinar el riesgo de la salud y las probabilidades de sufrir daños mayores, en términos de población y, más importante aún, tomar medidas preventivas. 

Primero se necesita identificar el peligro. Esto requiere que se haga un muestreo preparado científicamente. En el caso de la gasolina, se pueden identificar los componentes del petróleo en el aire, agua, comida y el suelo; hacer la consulta necesaria en las fuentes de información, las cuales nos van a informar cuáles son las dosis permitidas, tolerables y tóxicas tanto para adultos como para niños, que han sido determinadas basadas en criterios establecidos y luego analizar los resultados. 

Todos bebemos agua, respiramos el aire, comemos carne e ingerimos productos de cultivo. Éstas son las fuentes de contaminación. Podemos determinar quién o quiénes están a riesgo de sufrir daños y hacer el tratamiento adecuado. Un ser humano adulto tiene un peso promedio de 70 kilogramos (154 libras), ingiere un promedio de dos litros de agua por día, respira 23 metros cúbicos de aire diario y consume carne en cantidades variables. Sabiendo cuanto contaminante hay en el aire, agua y la comida, se puede calcular la cantidad de tóxico que un individuo ha ingerido en términos de población. Si se analizara el tolueno, un componente orgánico que se encuentra en los derivados de petróleo y algunos pegamentos, se puede calcular la dosis ingerida y estimar el riesgo de cuántos van a padecer problemas hematológicos, lo cual representará una carga económica al sistema de salud. La carne de pescado contaminado con mercurio tiene efectos neurológicos irreversibles, como fue el caso de la Bahía de Minamata, (Japón) en la década de los cincuenta. 

Si el ambiente está contaminado no puede haber salud. En 1948 la OMS definió el concepto de salud afirmando que no solamente es la ausencia de enfermedades, sino que es el bienestar físico y social. Un ambiente contaminado no puede darnos una tranquilidad física adecuada ni mucho menos una social, más bien causa enfermedades que son, casi en su totalidad, prevenibles. Un ambiente contaminado no solamente causa problemas en el ámbito inmediato sino que a toda la sociedad. La salud ambiental es un serio problema de los países subdesarrollados y una preocupación para los industrializados. 

Existe la necesidad de elaborar un trabajo como este, donde se recopile la valiosa experiencia desarrollada sobre educación ambiental en el país, que inicia a finales del siglo pasado y cobra mayor fuerza en el que transcurre, donde se hace énfasis en la importancia de la educación ambiental poniendo de manifiesto el desconocimiento de aportaciones que permitieran sentar las bases de los nuevos rumbos. Ello también para impulsar un abordaje mas sistemático de la educación ambiental y para fomentar instancias de organización de quienes trabajan en este campo.Es un tema demasiado importante para dejar que, quienes generan o manejan desechos peligrosos no sean controlados correcta y eficientemente. Mientras tanto, quien debe ejercer que las normas ambientales se cumplan no puede de ninguna manera ser él mismo quien las viola. Así, existe lo que se denomina una política ambiental, que se halla perfectamente legislada, donde cada agente generador de sustancias contaminantes debe proceder a su tratamiento y/o aislamiento adecuado, siguiendo normas específicas que eviten la polución. Si bien la conciencia ambiental es un hecho relativamente moderno a nivel mundial y a consecuencia casi estrictamente de hechos catastróficos que han ido ocurriendo, donde han resultado contaminadas grandes extensiones de tierra o importantes fuentes de agua o la contaminación del aire a extremos peligrosos; en los últimos treinta años ha comenzado a ser un tema de vital importancia para poder lograr el ansiado equilibrio de producir industrialmente sin afectar el medioambiente.

De esta manera, nuestras industrias y el país cuentan con el material teórico de cómo deben manejarse en materia ambiental, y sobre estas bases deben adecuar su producción. Por otra parte, el gobierno Municipal y el Provincial tienen la responsabilidad de controlar que estas normas se cumplan de manera eficiente idónea a través de la Dirección de Medio Ambiente. Pienso que si recordáramos que el agua es uno de los recursos naturales más fundamentales, y junto con el aire, la tierra y la energía constituye los cuatro recursos básicos en que se apoya el desarrollo humano no lo contaminaríamos. Hay que considerar también que el hombre influye sobre el ciclo del agua de dos formas distintas, bien directamente mediante extracción de las mismas y posterior vertido de aguas contaminadas como se ha dicho, o bien indirectamente alterándola vegetación y la calidad de las aguas. Nuestro mundo por muchos años ha sido descuidado y maltratado por nosotros los seres humanos. La industrialización y el modernismo son algunos factores que ayudan a la contaminación de nuestro ambiente. Aunque el hombre no es un ser acuático, creo que ha llegado a depender intensamente del medio ambiente acuático para satisfacer sus necesidades tecnológicas y sociales. El hombre continúa utilizando el agua con su contaminación. Es difícil eliminar los contaminantes y si el agua original tiene gran proporción de minerales, el problema se complica. No se pretende afirmar que antes de llegar el hombre con su tecnología, el agua era pura. Aún después de la aparición del hombre, transcurrieron muchos años antes de que hubiera ningún cambio en el ambiente. Cuando las poblaciones empezaron a verter sus desechos en ríos y lagos fue cuando las aguas se deterioraron.Las aguas residuales, contaminadas, son las que han perdido su calidad como resultado de su uso en diversas actividades. También se denominan vertidos. Se trata de aguas con un alto contenido en elementos contaminantes, que a su vez van a contaminar aquellos sistemas en los que son evacuadas.

El total de vertido generado por los focos de contaminación, sólo una parte será recogida en redes de saneamiento, mientras que el resto será evacuado a sistemas naturales directamente.

La contaminación es la consecuencia de habernos liberado de algo que nos estorbó: de aquel papel que no arrojamos a la basura; de aquella llanta quemada que ya no nos era útil; de ese arrollo que utilizamos cuando queríamos deshacernos de todos los químicos y suciedades que nos tenían intranquilos. Esas incomodas ³pequeñeces´ se han convertido en un, no tan ³pequeño´, problema de contaminación. Siendo el hombre el culpable de la contaminación del medio ambiente, es también su única esperanza. El hombre es el único ser con la capacidad de razonar y discutir situaciones, para diseñar y ejecutar proyectos que aporten a la solución de la contaminación. La preparación conceptual del hombre le permite hacer frente a situaciones sociales yambientales.Recordemos que en Estocolmo, el mundo declaró: ³El hombre es a la vez creador y moldeador de este medio ambiente, que le ofrece sustento físico y le brinda la oportunidad de crecimiento intelectual, moral, social y espiritual. En la larga y tortuosa evolución de la raza humana sobre este planeta se ha alcanzado un estado en que, a través de la rápida aceleración de la ciencia y la tecnología, el hombre ha adquirido el poder de transformar su medio ambiente de incontables maneras y en una escala sin precedentes. Ambos aspectos del medio ambiente humano ± el ambiente natural y el ambiente fabricado por el hombre, son esenciales para su bienestar y para el disfrute de los derechos humanos básicos, el derecho a la vida misma. ‘Hoy, 30 años más tarde, tenemos menos peces en los mares, más dióxido de carbono emitido a la atmósfera, más desertificación, más erosión de los suelos y la extinción de un número cada vez mayor de especies. Nuestro modelo de desarrollo mismo es puesto en duda diariamente por el ecosistema de la Tierra del cual depende toda vida y toda actividad económica. No podemos permitir que nuestras pautas de consumo y producción continúen incontroladas


Me han preguntado qué podemos  hacer. Creo que necesitamos que un grupo de personas responsables defiendan nuestros intereses, y no los de las grandes empresas. Estas personas preservarían el medio ambiente, no permitiendo el uso de ninguna  sustancia que no fuera completamente biodegradable, o que no pudiera ser neutralizada mediante procesos químicos. Finalmente, mientras haya actividades que, a pesar de contaminar, produzcan beneficios económicos, habrá empresas que continúen haciendo lo que quieran. Debemos obligar a esas empresas a trabajar de una manera segura y responsable, teniendo muy presente que es en beneficio de todos. Sólo así podremos defender la vida de nuestro planeta, con la fuerza que residen nuestro corazón y en nuestra mente

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